¿Quien es Jeb Corliss?

Jeb Corliss

Durante el tiempo que él puede recordar, Jeb Corliss ha soñado con volar. Uno de sus primeros recuerdos fue cuando tenía 6 años y estaba sentado en la parte trasera del coche de su tía observaba las aves que saltan de los postes de teléfono, abriendo sus alas y cuando se elevaban. "Cuando sea mayor, voy a hacer eso", dijo. Su tía explicó que cuando se hizo mayor se daría cuenta de que los humanos no pueden volar. "Tal vez no se puede", respondió él, "pero yo voy a hacerlo."

Efectivamente, Corliss ha dedicado su vida al vuelo humano, y al hacerlo, a menudo hace que la realidad aparentemente imposible, se haga realidad. es uno de los representantes más importantes BASE y más conocidos del mundo y los pilotos del wingsuit. BASE significa Edificio, Antena, Span (puentes) y la Tierra (acantilados) todos los objetos practicantes saltantes desde el uso de un paracaídas. En 14 años, Corliss ha realizado más de 1.000 saltos, de la máxima altura de la Torre Eiffel, Puente Golden Gate, el Salto Ángel en Venezuela, las Torres Petronas en Kuala Lumpur, Malasia, y en una profunda cueva de media milla en China. Simplemente, no ha saltado y tiró de su paracaídas, sin embargo. Empujar los límites de su capacidad, y cortar aún más el estrecho margen de afeitar para el error, que ha realizado maniobras acrobáticas - giros, saltos mortales, y ganadores - durante la caída libre. Más recientemente descubrió la emoción y el desafío de salto base con alas de monos, volar a lo largo de algunos de los terrenos de montaña más imponente y peligroso. En la aproximación más cercana del vuelo humano, sin embargo, trajes de alas (que son más ardilla voladora de pájaro o avión) permiten que los pilotos pasen de una mejor manera los acantilados, crestas y laderas de montañas a gran velocidad. Todo lo cual lo convierte en un espectáculo increíble: En julio de 2011, Corliss voló pies de la tierra en los Alpes suizos, un evento capturado por la cámara y la emisión en la cadena ABC 20/20. Dos meses después, en septiembre, Corliss se precipitó a través de un arco en el lado de la montaña Tianmen icónica de China, frente a una audiencia de televisión en directo de millones.

Desde la infancia, la vida de Corliss se ha caracterizado por la aventura, coqueteo con el peligro, y prueba de los parámetros de su miedo. A cargo de un arbusto médico Nueva Zelanda en una casa cerca de Santa Fe, Nuevo México, que nació el 25 de marzo de 1976, en una vida poco convencional. Sus padres eran distribuidores internacionales de artefactos y con sus tres hijos a cuestas, viajaron el mundo. En el momento en que él tenía 6 años, Corliss había vivido en la India, Nepal, Pakistán y Afganistán, donde sus padres estaban explorando para el arte cuando los soviéticos invadieron en 1979.

Como Corliss y sus hermanas se acercaron a la edad escolar, sin embargo, su familia regresó a Nuevo México. Sin embargo, ellos continuaron moviéndose frecuentemente y Corliss se encontró en una sucesión de escuelas. Siempre el chico nuevo, hizo pocos amigos y era un blanco frecuente de los agresores. Estas experiencias reforzaron crecientes sentimientos de aislamiento y la inquietud. Para el desvío, Corliss capturado y arañas venenosas serpientes de cascabel en el desierto cerca de su casa y sus animales domésticos y compañeros de juego hizo. Las sensaciones que ya ha recibido tan cerca de temibles criaturas dieron Corliss su sentido de la vida. A pesar de que tiene una afición por la mayoría de los animales, en especial Corliss goza de tiburones. A los 16 años descubrió el buceo y pronto comenzó a bucear con tiburones porque él estaba fascinado por ellos y que lo asustaba. En 2008 se dio cuenta de un sueño, el buceo sin la protección de una jaula y acariciar a un gran tiburón blanco en las costas de México.

Poco después de descubrir SCUBA, Corliss fue testigo de base para la primera vez mientras ve la televisión. Vio a un hombre que da un paso al borde, desplaza las alás, da un paso afuera, y se lanza al vacio. La experiencia agitó sentimientos tan poderosos, se comprometió a sí mismo: Esa es mi futuro. Voy a hacer eso por el resto de mi vida y voy a hacer todo lo necesario para que esto ocurra.

No sería fácil. Cuando cumplió 18 años, empezó paracaidismo en preparación para el salto base. Cuatro años más tarde, finalmente completó un curso de entrenamiento básico y hizo su primer salto desde un puente en el norte de California. Saltando Corliss descubrió una alegría y el propósito que había estado ausente en su vida, y se llenó de una sensación de logro. Había hecho sus sueños realidad, completando una meta que se propuso desde años anteriores. Aún así, siempre había más desafíos y proyectos para disparar su imaginación. Hoy en día, sigue entrenando y trabaja hacia hazañas aún más grandes, incluyendo lo que es probable que seria su ultimo sueño: El Proyecto de aterrizaje Wingsuit, en el que Corliss podría saltar de un helicóptero y aterrizar sin paracaídas. Se requiere un compromiso importante de la formación y financiación para llevarlo a cabo, pero Corliss confía en que puede lograr uno de los últimos grandes desafíos que quedan en la Tierra - el vuelo humano.